Sunday, September 24, 2006

UNA DE LAS GRANDES



Oriana Fallaci (Florencia, 1929-2006)

Hija mayor de un mueblista y una dueña de casa. Fue sinónimo de periodismo en los años sesenta, inclusive descrita como “la mejor escritora del mundo”. La mayoría de sus entrevistados la detestaba. Muchos de los protagonistas del siglo pasado temblaron frente a esta temperamental italiana que forjó a pulso una carrera brillante. Sus artículos aún se citan como modelo de estilo en universidades. “Agallas, honestidad, independencia” eran valores que predicaba con convicción casi militar. Luchó contra Mussolini y terminó siendo tildada de racista por sus opiniones. Lo políticamente correcto siempre le importó un bledo.

En la Segunda Guerra fue correo humano del movimiento antifascista Justicia y Libertad. En 1968, en una protesta universitaria en México fue baleada en la Masacre de Tlatelolco. Sólo la suerte explica que haya sobrevivido pese a ser arrastrada del cabello por las escaleras y abandonada por soldados mientras agonizaba. La traumática experiencia la marcó para siempre. En 1975 la periodista publicó Carta para un niño que nunca nació, probablemente uno de sus escritos más conocidos, donde relata su triste experiencia con el aborto. Sostuvo una tortuosa relación nacida al calor de una entrevista con el activista griego Alexandros Panagoulis, caracterizado por su violencia y quien fuera su único amor. Nunca se casó ni fue madre. Su libro Un hombre está inspirado en aquel romance trunco. Una seriedad que siempre la acompañó, quizá consecuencia de ser primer testigo del lado negro del poder, los medios y la guerra. Durante los 90 un voluntario ostracismo la hizo vivir parcialmente recluida en su departamento de Manhattan y luchando contra el cáncer de mama que la acompañó durante quince años. Volvió a Italia, Florencia, para morir el 15 de septiembre de 2006; a los 77 años de edad.

Q.E.P.D.

Friday, September 08, 2006

¿QUÉ QUIERES SER CUANDO GRANDE?


This album is powered by
BubbleShare
- Add to my blog
Apología referencial

Si mal no recuerdo, desde que estaba en octavo o primero medio, cuando me preguntaban: "¿Y qué piensas estudiar?", yo respondía: "periodismo". Entoces, inmediatamente recibía la contra pregunta: "¿Periodismo? Si hay tantos periodistas, están copados…". Bla, bla, bla...
"¿Tengo culpa yo? ¿Qué quiere que le haga?", podía responder perfectamente.

Una carrera posiblemente rebalsada, como muchas otras, porque también hay muchos ingenieros… muchos abogados… muchos veterinarios… mucho de todo, actually. Comprenderán que, desde esa fecha hasta hoy, han sido muchas las respuestas que hasta a mí ahora no me gusta escucharlo mucho. "¡Es que la he dicho tantas veces...!", podría decir yo.

Si le dices a una persona cualquiera: "periodismo", lo primero que se le va a venir a la cabeza es farándula, TV y la tontera, porque es lo que tienen más a la mano, lo fácil y lo que se ve a diario. Una, porque es lo que les queda en la cabeza revolotiando y, dos, porque no conocen los programas de cultura o de aporte y denuncia social. Pero el periodismo de verdad y el trasfondo de éste va mucho más allá y es mucho más útil que eso. Yo lo veo como un compendio de muchas otras que me fascinan, pero no podría estudiarlas porque ésta lo tiene todo. El periodista tiene ese algo de escritor, de pedagogo en castellano (algo de pedagogo y más de castellano por el lenguaje y la comunicación), de detective, de sociólogo, publicista, cinéfilo, historiador, bibliotecólogo, hasta de asistente social y abogado por defender o desacreditar algún tema en particular o, más drástico todavía, por llevarte a un caos o hacerte caminar sobre hojuelas -de ahí viene la denominación del IV poder-. El hecho de buscar la información, saberla, transmitirla, ese paso de estar más adelante que el otro es lo atractivo.

Una carrera tan preenjuiciada, cuestionada, manoseada y juzgada a priori de cuando en vez por algunos, si tampoco es tanto. Cortarle las alas a un ave antes de volar, porque puede caer o morir donde sea que fuera a volar. ¡Hombre! Veamos qué pasa. Si el pájaro muere, murió ¡y ya, listo! pero fue feliz en el intento -tal vez vuele muy alto también-. Por eso, es una doble/triple tarea y gran desafío la de llevar un "estigma" y esa propensión que algunos la sentimos tan nuestra, a pesar de los contras. Quizás deba agradecerle, después, a todos los que pusieron ese pero, o a quienes lo ven con desdén o desconfianza, ya que cada una de ellas me ha dado más fuerza para seguir con el mismo anhelo de pie y cada vez más erguido que nunca. Pensemos que se debe a las buenas intenciones de quienes no quieren vernos mal… pero no comprenden que mal estaríamos si no fuéramos lo que queremos.

Y llevar ese plus, esa gratificación, sea como sea, de hacer lo que verdaderamente te gusta y ser feliz con ello -contra viento y marea- ¡no se vende en cualquier parte, señores! No que no. Y pucha que lo hace más especial aún. Y tú, haz con tu vida lo que quieras.

Termino con: "The Journalism is an apostolate".

Sunday, September 03, 2006

DESIDERATA


Camina plácidamente entre el ruido y la prisa,
y recuerda que paz puede haber en el silencio.
Vive en buenos términos con todas las personas,
todo lo que puedas sin rendirte.
Di tu verdad tranquilo y claramente;
escucha a los demás,
incluso al aburrido y al ignorante
:
ellos también tienen su historia.
Evita las personas ruidosas y agresivas,

son vejaciones al espíritu.
Si te comparas con otros puedes volverte vanidoso y
amargo; porque siempre habrá personas más grandes
y más pequeñas que tú.

Disfruta de tus logros así como de tus planes.
Mantén el interés en tu propia carrera,
aunque sea humilde; es una verdadera posesión
en las cambiantes fortunas del tiempo.
Sé cauto en tus negocios;
porque el mundo está lleno de trampas.
Pero no por eso te ciegues a la virtud que pueda existir,
mucha gente lucha por altos ideales;
y en todas partes la vida está llena de heroísmo.
Sé tu mismo. Especialmente, no finjas afectos.
Tampoco seas cínico respecto del amor,
porque frente a toda aridez y desencanto
el amor es perenne como hierba.

Recoge mansamente el consejo de los años,
renunciando graciosamente a las cosas de juventud.
Nutre tu fuerza espiritual
para que te proteja en la desgracia repentina.
Pero no te angusties con fantasías,
muchos temores nacen de la fatiga y la soledad.
Junto con una sana disciplina, sé amable contigo mismo.
Tú eres una criatura del universo,
no menos que los árboles y las estrellas;
tú tienes derecho a estar aquí.
Y te resulte evidente o no,
sin duda el universo se desenvuelve como debe.
Por lo tanto, mantente en paz con Dios,
de cualquier modo que lo concibas
y cualesquiera sean tus trabajos y aspiraciones,
mantén en la ruidosa confesión paz con tu alma.
Con todas tus farsas, trabajos y sueños rotos,
éste sigue siendo un mundo hermoso.
Ten cuidado.
Esfuérzate en ser feliz.

Max Ehrmann (EE.UU., 1872-1945).
Escritor y abogado estadounidense de origen alemán nacido en Terre Haute (Indiana). De familia acomodada, estudió Inglés en la Universidad De Pauw y Filosofía en Harvard. Se dedicó a la abogacía en su tierra natal. A la edad de 41 años se jubiló para dedicarse a la escritura de ensayos y poemas. Se hizo famoso por su poema Desiderata (1927) que su viuda publicó tres años después de su muerte junto a otros trabajos con el título Los Poemas de Max Ehrmann, en 1948.