Me gusta saber cosas nuevas, ojalá pueda ser cada día. Buscar, descubrir y guardar para mí lo que nadie dice gratuitamente; lo que algunos esconden en rincones selectos o susurran en escogidos oídos. No referido a cualquier materia sino las que ofrezcan larga utilidad, que no sean desechables, ya que prefiero lo que pueda perdurar. Entre sospecha y su ausencia, prefiero lo primero.
Cuando de repente la ignorancia se vuelve saber, cuando no quería darme cuenta o cuando tenía acceso denegado por ser algo inconcluso, me sorprendo, pero no es esa sorpresa antigua, principiante, novata, que invita a unirte. Pues ahora es la que sigue de ésa. Se decía que en ese lugar tenía preferencia la mayoría de la gente. “Ahí hay mucha gente”, decían, y no. He visto fortuna en caminos equivocados, éxitos y palabras exageradas acompañadas de máscaras, personas disfrazadas de gente, humanos con disfraz de dioses. Entonces me sorprendo y veo que no todo va por donde debe ir. Me asusta cuando esas sorpresas vienen acompañadas de desilusión o decepción que me quitan algo; un espacio -de no sé qué- dentro de mí se reduce al sentir que no era tan así como pensaba y me angustia creer que tal vez ya no quede un espacio como el que había imaginado allá, porque lo más probable es que me niegue a cambiar y modificarme para entrar a pertenecer a ese círculo intrigante que se vislumbra. ¿Ese espacio cambiará o es que el lugar afín existe? La estructura no quiere cambiar, ¿eso quizás haga que ese algo se vaya extinguiendo de a poco? No lo quiero así.
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"Cuanto más alto es el intelecto (cuanto más comprendes), más aumenta el perímetro del dolor...".
"El hombre que se admira a sí mismo ya no es el más rico y más fecundo de todos los hombres, sino que cae en un profundo rebajamiento. Es más vil de lo que era antes cuando se podía alegrar en su corazón, cuando sufría de sí mismo. Entonces se trataba como un 'igual'. Entonces se censuraba y se exhortaba y se avergonzaba. Pero ahora se contempla por encima de sí mismo, se ha convertido en su servidor y en su adorador y ya no puede hacer más que obedecer, es decir, imitarse a sí mismo. Últimamente se da muerte con sus propias coronas; o permanece ante sí mismo como estatua, es decir, como piedra, petrificado...". Tratados filosóficos.
"Es preciso que siga soñando para no sucumbir". El eterno retorno, Nietzsche.
interesante post
ReplyDeletedicen que Nietzsche es el filósofo del nihilismo....el escéptico que no cree en nada... Escribió sobre auqel super hombre que se vanagloria de sí mismo...
ReplyDeletePero creo que no hay que desanimarse... la desesperanza mata... todavía quedan millones de corazones... millones de luces y almas que alumbran con amor el mundo
saludos!
Víctor Hugo
Qué bueno lo que escribiste. El conocimiento aumenta el perímetro de dolor, eso me gustó. Pero también pienso que hay diferentes tipos de conocimiento... hay una forma de conocer que expande, que nutre y hace progresar.
ReplyDeleteAunque ahora que pienso... por ahí también implica dolor, ¿no?
Un saludo!!
Facundo
Hola SDVP!
ReplyDeleteMe quede leyendote, me quede con tus fantasias de corresponsalias de guerra y del CNN y con tu vision de apostolado del periodismo.
Es tarea de dedicacion exclusiva, de eso no hay dudas, al menos si lo haces con amor y enrgia.
definitivamente, una forma de vida, para mi, la mejor, paro eso es otro tema.
te invito a mi estrenado blog, tambien me dedico, como es tu gusto, a descubrir cada dia.
un placer haber llegado hasta aqui.
un saludo, GaZp
Nadie tan bueno para verse como un extraño como Gombrowicz...
ReplyDeletey no sólo el conocimiento aumenta el perímetro del dolor. LO más alejado del conocimiento es el sentimiento. La eterna lucha entre razón y sentimiento. No sientas, también aumenta el perímetro del dolor. Pero si no sientes y no conoces... bendita triste tranquilidad. Bendita paz... como la de los cementerios. O se vive con todas las consecuencias, o no se vive.
ReplyDeleteEstá claro, vivir es de valientes.
Al menos hay gente que se plantea cosas. Un saludo...
Dejando de lado un poco la cita, se me vino a la mente Cortázar. Con ese afán de disparar incesantes ideas ametrallando con ellas a quien las lee, y aún así, seduciendo de tal manera con ellas que el lector no siente sino placer en cada disparo recibido.
ReplyDeleteHablando de la cita, hay un dicho que dice "el que nada sabe, nada teme". Yo digo que la ignorancia va siempre de la mano con la inocencia, y a veces les sigue los pasos el desatino.
El comprender muchas cosas, nos hace perder un poco el espíritu aventurero y las ganas de vivir, pues todo se hace rutinario y nada nos motiva a descubrir.
A veces me hago el desentendido y prefiero aprender algo varias veces (que no tenga que ver con mi madurez o desarrollo profesional) a dármelas de sabihondo y perderme el encanto del descubrimiento.