MALE but FEMALE

Hace algunas semanas en un programa de TV, formato fundamentalmente vivencial y directo; estilo reportaje-documental, se trató un tema que me quedó dando vueltas y quise concertarlo.
Es que no puedo entender que una madre no apoye a su hijo en la circunstancia que sea… pero sea cual sea.
Sin ser madre yo sé y apuesto que si tuviera uno lo apoyaría si me dijera que es homosexual, porque ya el rechazo de una sociedad completa; los prejuicios, las miradas de reojo, discriminación, eventuales burlas, ese peso de llevar una mochila diferente, me parece que ya es demasiado. Cada caso es diferente, cada experiencia, cada historia, es por ello que no se puede encasillar ni meter a todos en el mismo saco. Por eso no se puede hablar de la homosexualidad como una generalidad, sino de homosexualidades.
Sin embargo, si analizo algunos casos genuinos me puedo dar cuenta de algunas similitudes que me llaman singularmente la atención, entre ellas, la estructura ósea de algunos gays; cuerpos muy delgados característicamente brazos y piernas enjutas. Al igual que rasgos de la cara muy finos. Lo que me hace pensar que ahí se hizo una errónea repartición de cuerpos o de sexo para cuerpos diferentes y por esto su cercanía a comportamientos femeninos; a ser más sensibles y más vulnerables. ¿Y si efectivamente fuera una torpeza genética…? En ese supuesto, pensaría en calidad de perjudicado, no tuvo injerencia alguna en el desacierto hormonal. ¿Qué culpa tendría la persona?

"Pero ninguna de las variables explica por sí sola una determinada orientación sexual", afirma el siquiatra y sicoanalista Marcello Girardi, de la Corporación El Salvador. Y cita estudios en los que se siguió a gemelos y a trillizos univitelinos, criados dentro una misma familia, de los cuales sólo uno entre los hermanos adoptaba de adulto una orientación homosexual. Lo que hace pensar en factores sicológicos (producto de experiencias de relación con personas significativas, sobre todo las más tempranas), sociales (si un niño no posee las características comúnmente asociadas a la masculinidad, la sociedad puede hacerle dudar de su identidad sexual).
Por lo mismo, y porque hay casos y casos, también existen factores de conductas adquiridas… Un ejemplo es la “temporal moda homosexual teenager” que se ve hoy en día que los mismos expertos dicen que no necesariamente las conductas homosexuales responden a una orientación homosexual categórica. Mucho menos una “moda” de paso, que es harina de otro costal…

Volviendo a los casos legítimos, respecto a opiniones que tratan la homosexualidad como una enfermedad, creo que aquí no vale la pena hacer mención a tan baja falacia.
Es un tema con muchísimas aristas y controversias en una sociedad tan estructurada y con paradigmas tan definidos hay que tener muchas agallas para llevar una carga como esa, e ir contra los parámetros sexuales estipulados estéticamente.
Admiro a los gays por la valentía y el coraje de salir del closet y mostrarse tal y cual son sin fingir y de paso se pueden ahorrar un poquito menos de sufrimiento personal, crisis de identidad, cuestionamientos existenciales, depresiones, reclusión social, y qué sé yo más que posiblemente tenían antes de aceptarse y mostrarse como tal.

Definitivamente... Os admiro.

He dicho.